Antonio García Zapata: “Tengo muy claro que el hermano hayor es el primero en servir a la Hermandad y el último en ser servido”

El nuevo hermano mayor de la Amargura es hermano de la Hermandad desde el año 1986, en los primeros meses de vida. Su familia es creyente y practicante por lo que creció en el seno de la Iglesia y de la Hermandad. Por los años 90, formó parte de un grupo joven que crearon, que en aquellos entonces no era más que un grupo reducido de niños y niñas que querían pasarlo bien y colaborar en lo que se pudiera dentro de la Hermandad.

La vida en la Hermandad ha sido diaria en su vida, ya que su familia ha pertenecido siempre a varias Juntas de Gobierno, mandato tras mandato y colaborando siempre en actividades y eventos sociales que se han llevado a cabo en la Hermandad.

Durante los años 2009 a 2012 perteneció como Prioste en Junta de Gobierno y posteriormente durante los años 2012 a 2015 como Censor Fiscal al servicio de la Hermandad.

Además de colaborar y participar en lo que la Hermandad ha necesitado hasta llegar al día hoy, donde su trayectoria da un giro siendo elegido Hermano Mayor de la Hermandad del Lunes Santo. 

¿Cuándo y cómo decide presentarse como hermano mayor de su hermandad?

En primer lugar, con el apoyo de mi familia, de mi mujer y de mis hijas, que serán un pilar importante durante esta nueva etapa, teniendo un papel fundamental dentro de ella. En el mes de enero del presente año, ahí fue cuando me senté con el que hoy me acompaña siendo Teniente Hermano Mayor, D. Alfredo Lara Alcaide. Semana tras semana fuimos dando forma a un proyecto lleno de ilusión y fuerza, poniendo ideas encima de la mesa y estudiando a las personas que mejor se adaptarían a los cargos de Junta. El siguiente paso fue ponerme en contacto con cada uno de ellos, los cuales aceptaron para formar parte de esta bonita experiencia.

Cuento, además, con el apoyo de antiguos Hermanos Mayores y numerosos Hermanos que siempre están dispuestos a todo lo que necesite su Hermandad. Y por supuesto, con el visto bueno de nuestro Director Espiritual D. José Ignacio Arias García quien fue el primer conocedor de la noticia de presentarme a Hermano Mayor.

¿Cómo ha sido el proceso hasta llegar a hermano mayor?

Ha sido un proceso bastante esperanzador, me considero una persona bastante positiva y muy organizada, con lo cual todo ha sido preparado minuciosamente, para que esta nueva etapa sea el comienzo de una Junta de Gobierno continuista en los años venideros y espero que la semilla de hoy sea el fruto de mañana para nuestra Hermandad.

¿Cómo se siente tras el cabildo de elecciones?

Me siento Lleno, me siento agradecido y moralmente cargado de esperanza e ilusión. Siento que la Hermandad tiene plena confianza en mi persona y en mi Junta de Gobierno que está conmigo, preparada para asumir retos y seguir trabajando por y para la Hermandad.

Son varios los sentimientos que se te agolpan en el corazón, y todo en ese día es felicidad y alegría. Por supuesto, sabiendo donde estás en todo momento, y racionando las muestras de cariño y apoyo que tantos Hermanos me han dado, siendo de la propia Hermandad, y fuera de ella, ya que esto es un proyecto que acaba de empezar y queda mucho por camino por recorrer.

¿Cómo afronta tanta responsabilidad?

Con mucha ilusión y con muchas ganas de seguir trabajando, ahora desde un punto de vista nuevo, bastante conocido eso sí, ya que vengo de familia que anteriormente han desempeñado este cargo, incluido mi padre.

Como Hermano Mayor, debo ser siempre consecuente conmigo mismo y dar, donde quiera que esté, claro ejemplo de testimonio cristiano. Tengo muy claro que el Hermano Mayor es el primero en servir a la Hermandad y el último en ser servido.

¿Qué espera de la hermandad?

Más bien, y perdona que conteste la pregunta a la inversa, pero me preguntaría, ¿qué espera la Hermandad de mí?

Pienso que espera ser un lugar de encuentro, una corporación activa, dinámica, ilusionante, acogedora y participativa durante todo el año y adaptarla a las necesidades actuales, pero sin perder su esencia e idiosincrasia.

Todo ello se resume en mi deber de transmitir OFICIO, IUSIÓN, ESPERANZA Y FÉ.

¿Quién le acompaña en este nuevo camino?

Una Junta de Gobierno joven, que mezcla experiencia y nuevas incorporaciones dando frescura a la Corporación. Varios hemos pertenecido a Juntas anteriores, y conocemos el desarrollo de la Hermandad y el calendario y compromiso que conlleva la misma. Se suman algunas incorporaciones nuevas, que darán otro punto de vista que tanto hace falta dentro de una Hermandad. Es una Junta de Gobierno bien fundamentada, con un modelo de gestión eficaz y eficiente, y con criterios profesionales, que prestarán servicios reales a la Hermandad.

¿Qué proyectos tiene como hermano mayor?

Lo primero que tengo que mencionar es la acción social. Vamos a seguir, con los proyectos de anteriores juntas, camino que la Hermandad a teniendo siempre muy claro, teniendo presente a las Hermanas de la Cruz y volcándonos con los más necesitados, tanto en ayudas materiales como en el acompañamiento, éste será un gran reto que debemos hacer realidad, hacer caridad física y cercana.

Poseer un grupo joven bien formado y comprometido será una de las prioridades de la esta Junta de Gobierno, ya que los jóvenes no son sólo el futuro, sino que son un pilar clave para el presente

Se creará una nueva actividad, “Atención al Hermano”, de modo que estaremos en la Casa hermandad semanalmente para atender a todo hermano que desee, realizar consultas de cualquier tipo, visitar la Iglesia y la Casa Hermandad, solicitar ayuda en caso de alguna necesidad personal o familiar y un largo etcétera que nos ayudará a estar más cerca del barrio de San Felipe en su día a día.

Ya estamos trabajando en la Restauración y Conservación de la Torre, proyecto primordial que ha de ser acometido lo antes posible, es un proyecto largo y costoso, pero que debemos de ser consciente de la importancia que tiene, y será muy importante la colaboración de todos.

Además de otros proyectos como la restauración y regreso del Cristo de San Felipe a su Iglesia y la continuación del techo de paso de palio de nuestra Madre María Santísima del Mayor Dolor.

Tenemos a la vista el 50 aniversario del Concurso de Doma Vaquera que se organiza año tras año desde 1975, actividad importantísima y ampliamente asentada, es sin duda alguna, como dicen caballistas, aficionados y federaciones, una de las citas con más solera del calendario nacional en el circuito de la Doma Vaquera. Tendremos la oportunidad de preparar un gran evento para la Ciudad de Carmona y amantes del mundo del caballo, y aumentar así nuestra colaboración en la bolsa de caridad de nuestra Hermandad.

Nos toca iniciar nuestra andadura al frente de la Hermandad en un tiempo plagado de incertidumbres en lo que a patrimonio humano y económico se refiere, por lo que sería aventurado embarcarnos de antemano en proyectos económicamente importante más allá de nuestros proyectos de Caridad y de lo prioritario y urgente que ya he mencionado, pero a medida que las circunstancias vayan cambiando y los presupuestos lo permitan seguiremos enriqueciendo el patrimonio de nuestra Hermandad.

¿En qué momento se encuentra la Hermandad de la Amargura?

La Hermandad se encuentra en una buena posición para seguir adelante, aunque con bastantes retos que debemos acometer y varias cuestiones en las que hay que hacer hincapié y con total confianza en los míos sinceramente pienso que estamos capacitados para ello.

¿Qué significa para usted la Amargura?

Fíjate si significa tanto, que es cuando miras a tu Madre en la soledad de la Iglesia y de tantas cosas que se te pasan por la cabeza y por el corazón que apenas eres capaz de decir nada. Que solo con mirarla, describes la conversación que quieres tener hacia Ella, pero que eres incapaz de reproducir. Eso significa La Amargura para mí, un TODO dentro de un mundo, que cobra sentido cada vez que cruzo su puerta y me reúno con Ellos.