PENITENCIA


SERVITAS

Orden Seglar de los Siervos de la Bienaventurada Virgen María Dolorosa

En Carmona, la devoción a esta advocación ancestral se remonta a 1734, cuando en la parroquia de San Bartolomé se organiza una congregación rosariana de mujeres que rinde culto a la Dolorosa de la Hermandad de Jesús Nazareno, agregada años más tarde a la Orden Servita para festejar el Viernes de Dolores. Décadas después los hombres se constituyen como Orden Tercera Servita. Es ahí cuando empiezan las disputas por el culto a la imagen, que quedan solventadas en 1783, año en que Carlos III decidió que la Orden Tercera se estableciera en el templo del Salvador (antigua iglesia jesuita, compañía expulsada entonces de España), su sede canónica actual. Es una de las tres órdenes que se mantiene, con carácter seglar, en Andalucía, sin que se haya convertido en hermandad.

La fraternidad venera a una imagen de la Virgen de los Dolores tallada en 1784. Aunque es de autor anónimo, los especialistas la atribuyen a Cayetano da Costa otros sin embargo a Juan Bautista Petroni. Destaca por la forma de expresar el dolor, con gran serenidad y carácter introspectivo, muy del gusto de la orden servita.


LA ESPERANZA

Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad del Santísimo Cristo de los Desamparados y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Coronación de Espinas, María Santísima de la Esperanza y San Juan Evangelista.

Se funda en 1566 en el seno de la primitiva parroquia de san Salvador como corporación letifica bajo la intención del gremio de pañeros de dedicar culto a la Transfiguración del Señor. En 1657 se le agrega la corporación del Dulce Nombre de María, proveniente del templo de san Bartolomé.

En 1732 las nuevas ordenanzas gremiales obligan a los tejedores locales a pertenecer a la cofradía pero en 1817 deben aprobar un nuevo reglamento por el cual tienen que admitir todo tipo de vecinos con independencia de su oficio.

En 1784 se trasladan al templo del antiguo colegio jesuítico de san Teodomiro, a partir de ahora advocado del Divino Salvador. Para entonces la corporación cuenta con un cortejo estable de tres pasos.

Los años cuarenta del siglo XX supusieron su definitivo impulso. Desde entonces procesionan cada Domingo de Ramos. Su nuevo titular, el Cristo de los Desamparados, procesiona la mañana del Viernes Santo.

Nuestro Padre Jesús de la Coronación de Espinas es atribuido a Pedro Roldán hacia 1660, sin embargo, María Santísima de la Esperanza es anónima del siglo XVIII al igual que el Santísimo Cristo de los Desamparados.


LA AMARGURA

Hermandad del Santísimo Cristo de San Felipe, Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Amargura y María Santísima del Mayor Dolor.

Hasta la aprobación de las reglas de la hermandad, la parroquia de san Felipe no había contado con ninguna cofradía penitencial. La entidad fundada se dedicó por principios a la devoción a Cristo muerto en la cruz y al enterramiento de sus miembros.

En 1930 el destino de la hermandad se une al de la Expiración fusionando sus juntas de facto, que no de derecho, en una sola. Así permanecieron hasta 1938 en que se vuelven a disociar.

En 1947 se nombra a una gestora y, un poco más tarde, en 1957 su actividad se ve interrumpida de manera fulminante.

La hermandad resurgirá alrededor del instituto Maese Rodrigo gracias al esfuerzo de Fernando Villalba, coadjutor del templo y profesor de religión y Celestino Méndez, su director. Así en 1963, pudo procesionar el palio el Sábado. Desde entonces el crucificado verá la ciudad cada Lunes Santo sobre una canastilla realizada en el taller de carpinteros del centro educativo. Actualmente el Cristo de la Amargura cuenta con andas diseñadas por Manuel Guzmán Bejarano y ejecutada en el impás de los dos milenios.

El Señor de la Amargura es la talla más antigua de cuantas procesionan en la Semana Santa andaluza. En 1521 fue concertada por la fábrica parroquial con el escultor Jorge Fernández Alemán.

María Santísima del Mayor Dolor es de Benito Hita y Castillo de 1762.

Popularmente en Carmona a la hermandad también se la conoce como “Hermandad de San Felipe”.


LA EXPIRACION

Ilustre Hermandad de la Sagrada Expiración de Cristo Señor Nuestro, María Santísima de los Dolores, María Santísima del Calvario, San Juan Evangelista y San Blas.

Su fundación se remonta al año 1649 por un grupo de fieles del gremio de los taladores de olivos. El 15 de febrero de 1693 el Provisor del arzobispado de Sevilla, Fernando de Quesada, aprobó sus primeras reglas, en un informe emitido en 1693 por Juan Carmona Hidalgo, presbítero notario de la vicaría de Carmona. Estas reglas fueron reformadas el 27 de febrero de 1778. Desde su fundación se trató de una Hermandad de enterramiento.

En torno a 1911 la cofradía realiza estación de penitencia el Viernes por la tarde. En 1930 se fusionó con la Hermandad de la Amargura, establecida canónicamente en la iglesia de San Felipe, hasta 1943. En 1947 se nombró Hermano Mayor Honorario a Gerardo Pérez Vázquez.

En 1954, en sesión ordinaria, el Ayuntamiento de Carmona le cedió la Capillita del Cristo de la Sedía, para que allí se colocara su imagen y la conservación y cuidado corriera a cargo de la Hermandad.

Entre los cultos que celebra la Hermandad destaca la estación de penitencia que realiza a la prioral de Santa María en la noche del Martes Santo.

Impulsores de la juventud cofrade y de iniciativas del costal, con la transición su presencia ganó en el barrio haciendo del Martes Santo un día festivo para el vecindario y los aficionados a la saeta.

El Santísimo Cristo de la Expiración es obra del artista carmonense Antonio Eslava Rubio de 1947, María Santísima de los Dolores es obra anónima del siglo XVIII. María Santísima del Calvario es una obra decimonónica de procedencia desconocida adquirida por la hermandad a través de Eslava Rubio en 1959.

Popularmente en Carmona a la hermandad también se la conoce como “Hermandad de San Blas”.


LA QUINTA ANGUSTIA

Antigua, Muy Ilustre y Venerable Hermandad Lateranense, Pontificia y Seráfica Cofradía de Nazarenos de Nuestra Señora y Madre de las Angustias, Sagrado Descendimiento , María Santísima de los Ángeles y Nuestro Padre Jesús Cautivo de Belén.

Al resguardo del hospital de San Pedro se fundó en 1607 la hermandad de santa María de Araceli, denominada de las Angustias, con la obligación de recoger a los pobres enfermos y realizar estación de penitencia los Miércoles Santo.

En 1625, se muda al compás del monasterio de San Sebastián donde levanta su propia estancia. Si bien en 1670 procesionaban con una oración en el huerto que, al parecer de las autoridades religiosas, era indecente por su precariedad. En 1694 eligieron el descendimiento de la cruz como advocación y el viernes como nuevo día de salida.

En 1885 la cofradía se reorganiza en el exconvento franciscano lo cual supuso el resurgimiento de la corporación. Por ruina del convento, en 1938 se traslada al templo del Salvador y vuelve al Miércoles, ahora con el préstamo de la dolorosa Servita y el crucificado de papelón de la Sacramental del Salvador.

Con el desarrollismo vuelve la actividad a la corporación, se traslada a una capilla construida en el solar del antiguo convento y adquiere la cesión de uso de la imagen del Cautivo de Belén. Hoy vive con dualidad su salida, rígida en el Descendimiento y jubilosa en las Angustias.

La imagen del Cristo del Sagrado Descendimiento es obra del carmonense Antonio Eslava Rubio realizada en 1943. Nuestra Señora de las Angustias es obra de Antonio Castillo Lastrucci realizada en 1963. Nuestro Padre Jesús Cautivo de Belén es obra anónima atribuida a Pedro Roldán el Mozo cerca de 1716.

 


LA COLUMNA

Ilustre Hermandad de Nuestro Padre Jesús en la Columna, María Santísima de la Paciencia y Santiago Apóstol

Las primeras reglas de la cofradía se aprueban en 1656, si bien el origen de sus devociones se remonta dos siglos antes en el templo de Santiago. La imagen mariana, debe presumirse procedente de la corporación de la Humildad y Paciencia y que venida a menos desaparece. Del mismo modo, el templo acoge con gran devoción desde 1550 una imagen de Jesús azotado.

La nueva entidad, creada a raíz de la devastadora epidemia de cólera de 1649 junto con otras tantas corporaciones , se destina a asistir a los enfermos de la collación, a dar de comer a 12 pobres el día de Santiago, a enterrar a sus difuntos y a salir en procesión cada Jueves Santo.

Su día a día se ve revolucionado en 1789 con la renovación de sus imágenes titulares. La cristífera se encarga al prolífico obrador de Manuel García de Santiago y la virgen de la Paciencia la gubia el notable escultor José Montes de Oca.

El Jueves Santo de 1800 la cofradía acabó accidentada y en pleito contra la Vera Cruz.

También el siglo XX ha sido desigual para la corporación. La extinción de la parroquia, la asimilación del templo por parte de la comunidad Salesiana y su marcha posterior han marcado su destino. La corporación retiró el luto de sus vestimentas, vio engrandecer su ajuar y trocó su titular mariana por otra de rasgos contemporáneos en 1953.

La imagen de Nuestro Padre Jesús en la Columna es obra del escultor sevillano Manuel García de Santiago realizado en 1789.

La imagen de María Santísima de la Paciencia, advocación única en el territorio hispano fue tallada en 1953 por Francisco Buiza.

Popularmente en Carmona a la hermandad también se la conoce como “Hermandad de Santiago”.


LA HUMILDAD

Antigua, Real e Ilustre Hermandad de las Benditas Ánimas y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, María Santísima de los Dolores y San Juan Evangelista

Desde 1604 un grupo de parroquianos de san Pedro, dan culto bajo el nombre de Humildad y Paciencia a una imagen cristifera depositada en el retablo mayor del templo. En el reglamento aprobado se comprometen a acompañar en la calle cada tarde de Jueves Santo a la susodicha talla y a una dolorosa.

En 1640, el cortejo había pasado a la mañana viendo ampliado el número de nazarenos, para entonces procesionaban con una imagen de papelón que representa a Cristo sedente y pensativo, hoy conservada en el coro bajo del convento de Santa Clara.

En la primera mitad del siglo XVIII la cofradía conoce sus días álgidos. Eleva dos retablos y el cortejo se engrandece.

Si bien, la gran novedad fue la sustitución de sus titulares por sendas obras de talla moderna realizadas por José Montes de Oca en la década de los treinta.

Durante la siguiente centuria, la cofradía quedó aparcada sin pena ni gloria. Hasta que en 1881 vio sustancialmente la nómina de hermanos.

En 1958 se fusionó con la hermandad de Ánimas, a la postre advocada de la Antigua y dispuso su salida al alba el Viernes con atuendos blancos hasta el palio. A finales del siglo XX volvió al luto y a la tarde con nuevas y remozadas andas.


NUESTRO PADRE

Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Carmona, Cofradía Pontificia y Real de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz en Jerusalén, María Santísima de los Dolores y Divina Pastora de las Almas.

Se remonta a una asociación caritativa, no formalizada, que se reúne en la ermita de nuestra señora del Real –sita en el exconvento de la purísima Concepción- a partir del estruendoso terremoto de 1504. Pero no debe entenderse como cofradía nazarena hasta la aprobación de su regla en 1597.

Con el cambio de siglo la cofradía se traslada a la parroquia de San Bartolomé donde disfruta de capilla propia desde 1609.

El siglo XVIII trajo consigo la devoción a la Divina Pastora, tras la predicación en 1707 de fray Isidoro de Sevilla, y la aprobación, en 1738-1740, de los Esclavos de María.

Durante la II República la hermandad decidió no procesionar y realizar un suntuoso triduo en mayo, por contra, durante la Guerra Civil fue la única en hacerlo en 1937.

Nuestro Padre, es una obra de Francisco de Ocampo de 1607, procesiona en un paso diseñado por Juan F. Lacomba estrenado en 2008.

María Santísima de los Dolores es una obra de José Felipe Duque Cornejo y encarnadura de Francisca Roldán de 1696 que procesiona bajo el palio más antiguo de la península, realizado entre 1695 y 1736 por Simón Navarro López y ampliado por Antonio López Luna.

Como dato curioso, Nuestro Padre Jesús Nazareno es medalla de oro de la ciudad, siendo la única imagen de penitencia en ostentar dicho privilegio.

Popularmente en Carmona a la hermandad también se la conoce como “Hermandad del Silencio”.


SANTO ENTIERRO

Real Hermandad del Santo Entierro de Cristo Nuestro Señor, María Santísima de la Soledad y Santa Ana.

Es la hermandad carmonense más joven de las penitenciales. Tiene origen en la parroquia de San Pedro, a los pies del altar de la Soledad procedente del exconvento del Carmen.

En 1971 el cardenal Bueno Monreal autoriza eclesiásticamente la organización, permitiendo concretar una primera junta de gobierno y la posibilidad de realizar un via-crucis la tarde del Sábado Santo por el interior del templo parroquial. Una realidad que se concreta, al principio, con el uso del Yacente del siglo XVI y la dolorosa carmelita.

1975 será el año del cambio. Casa Hermandad, bendición de Cristo Yacente y José de Arimatea y la autoridad eclesiástica permite realizar la primera estación de penitencia que tendrá lugar desde la parroquia de San Pedro con el acompañamiento del resto de las hermandades.

Desde 1980 cuenta con la imagen de Santa Ana enseñando a leer a la Virgen, conservada hasta entonces en la capilla del hospital de San Pedro. Mediada la década pasa su salida al viernes, haciéndolo, intermitentemente, desde el Salvador.

Llegan unos años difíciles y dada la penuria económica, no realiza estación de penitencia hasta el 1997. Con el nuevo milenio la hermandad se ve forzada a irse a la parroquia de San Bartolomé. La vuelta al Sábado supone un nuevo impulso para la hermandad que ve aumentar su cortejo con la presencia del resto de hermandades de corporaciones penitenciales.

El Santísimo Cristo Yacente es obra del carmonense Francisco Buiza de 1975 al igual que María Santísima de la Soledad de 1973.

Ambas imágenes procesionan la tarde del Sábado Santo en un paso tardobarroco adquirido en 1977 a la Hermandad de la O de Sevilla.

Como dato curioso, fue la primera hermandad con contar con cuadrilla de hermanos costaleros de la localidad, contando con trabajaderas de estilo sevillano.